martes, 3 de julio de 2007

Imagen de Santiago

Escenario vacío. Luz dura cenital puntual en 7 partes del escenario, sin orden coherente. Música de fondo (banda sonora de Réquiem para un sueño, no recuerdo el compositor).
Aparecen los personajes, todos al mismo tiempo, caminando desde un flanco del escenario, y cada uno se posiciona en una luz. Sendas posiciones no implica igualdad, algunos personajes se colocan delante del haz de luz, quedando a contraluz; otras se colocan detrás, iluminándose sólo parte de la cara; otras se ponen justo debajo, tipo ducha.

Unos segundos de silencio. Se oye a una persona del escenario decir:
-“Tarado!”

A continuación las personas pronunciarán las siguientes palabras, de manera totalmente aleatoria y con poca frecuencia:
-Triste, tristísimo;
-Turbio;
-Trágico;
-Tormentoso;
-Taladrante;
-Terrible;
-Tremendo;
-Torpe;
-Transfigurado;
-De terror;
-Tétrico;
-Intolerante;
-Tedioso;
-Terco;
-Intransitable;
-Trucho.

Las palabras se repiten, y van aumentando muy de a poco su frecuencia. En algunas personas se nota más este aumento, el cual acompaña a la música. Sólo se trata de pronunciar las palabras, de una manera casi diplomática. Las expresiones en los rostros de los personajes es casi nula, y las mímicas con el resto del cuerpo no existen.

Hirviendo el ambiente con estas palabras, aparece un octavo personaje caminando entre la penumbra. Recorre algunos pasos entremedio de las demás personas, se posiciona delante de todos y en el centro del escenario, y grita:

-“Tirano!”

Fin.-

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