Querido Amigo:

Nada me produce más ternura que tu mirada.

¡Cuantas veces en la noche te imaginé desvelado, saliendo a fumar o a emborracharte para no pensar en esta realidad!

Pudiste elegir otra forma, otro tiempo, otro lenguaje, pero te acicateaban las ganas de aventura, el constante careo con la muerte.

En mis sueños navegábamos juntos,

eran nuestras las islas que pisabas, jugábamos a las cartas, cruzábamos espadas, reíamos, nos acostábamos a disfrutar el sol de todos los océanos, cantábamos desafinados y nos dormíamos bajo las estrellas acunados por tu mar. Soñé con ser tu compañera de andanzas, tu compinche…

Hoy al contemplarte triste y olvidado, abandonado entre tantos otros, decidí escribir para vos pero como dijo alguien:” los besos por escrito no llegan a destino, se los beben por el camino los fantasmas”.

Te abrazo y te rescato, acaricio cada recuerdo en tus páginas y te busco un lugar donde estés siempre presente vigilando mi mar desde una estantería, mi querido “Mala Pata”.

Para Checho y todos los piratas……….

Anita